Yuli Lorena Lugo Bocanegra1
Wendy Vanesa Palacios Rodríguez2
Resumen
Este proyecto surgió de las experiencias de vida y de la persistente presencia de estereotipos de género que influyen en la participación de los educandos en la clase educación física. Cuando se hablaba de Corpoempoderando, se hacía alusión a un ámbito inclusivo donde se respetaba la diversidad de habilidades y corporalidades de cada individuo, promoviendo la valoración y empoderamiento de todos los estudiantes, sin importar sus diferencias físicas o distintas habilidades. Se comenzó diferenciando sexo, género y estereotipos, y revisando cómo estos intervenían en los comportamientos de los educandos. Se recurrió al empoderamiento y al pensamiento crítico para fomentar la participación, abordando la problemática desde lo humano, lo pedagógico y lo disciplinar. Se concluyó con un análisis de la experiencia posterior a la implementación de este proyecto en estudiantes de grados octavo y noveno, que revelaron un impacto significativo en sus habilidades de pensamiento crítico, autoconfianza y toma de decisiones, propiciando positivas experiencias educativas.
Introducción
En este proyecto se hablará principalmente de los comportamientos que tienen los estudiantes según el género a causa de los estereotipos enmarcados en la sociedad y su influencia en la clase de educación física. En primera instancia, Lamas (1996) asegura que la palabra género alude a “características construidas socialmente, que no están determinadas por la biología” (p. 7). Es decir, que nacen de las experiencias y vivencias permeadas por las costumbres de los hombres y mujeres en diferentes épocas y sociedades e instruyen desde el nacimiento la transformación de cuerpos y las relaciones socialmente construidas en un momento dado.
El concepto de sexo parte de la biología y se refiere netamente al pene como órgano reproductor masculino y a la vagina como órgano reproductor femenino, diferenciándose del término género. Así mismo, se afirma que los estereotipos de género son todas esas ideas preconcebidas que se utilizan para explicar el comportamiento de hombres y mujeres y cómo deben relacionarse en la sociedad y entre sí.
Es fundamental reconocer que existen algunos tipos de estereotipos y, en este caso puntual, se hablará de esos que son negativos, los cuales pueden manifestarse de muchas formas y se enfocan en atribuir características hostiles a los géneros propagando la discriminación, la desigualdad y la no participación. Por ejemplo: asociar ciertos deportes o actividades físicas con características de género, como pensar que el fútbol es solo para hombres y que el ballet es solo para mujeres, lo que limita las opciones y la diversidad de intereses. Los estereotipos negativos pueden influir en el rendimiento y los logros de las personas al crear expectativas más bajas sobre su capacidad. Esto puede llevar a una profecía autocumplida, donde las personas internalizan los estereotipos y actúan de acuerdo con ellos, lo que afecta negativamente su rendimiento y su capacidad para alcanzar su máximo potencial.
Conforme a esto, lo que se intentó llevar a cabo con este proyecto curricular particular fue formar seres humanos empoderados a fin de disminuir la influencia de dichos estereotipos de género en los modos de ser de los sujetos y en el reconocimiento del otro. Es así como este proyecto se fundamentó en la cooperación para formar individuos críticos con una transformación interna hacia la libertad y el empoderamiento, ya que deben examinar cuidadosamente el significado de conocerse a sí mismos y a los demás.
De igual forma, se proporcionó espacios con diversidad de prácticas corporales que fomentaran la experiencia corporal, con el fin de reducir los estereotipos que posiblemente dictan la forma en la que los individuos deben comportarse, sin comprender que cada persona nace con un comportamiento único, con cualidades y experiencias del cuerpo que la caracterizan. Siendo así, las secciones de este artículo se conformaron en primera instancia por la contextualización, en donde se encontraron diferentes referentes que nos evidenciaron la problemática a abordar, y continuar con toda una perspectiva educativa para finalmente poder abordar el diseño curricular que se implementó en el Colegio Carlos Arturo Torres en la localidad de Kennedy con la población estudiantil de octavo y noveno de bachillerato.
Contextualización
La disparidad entre géneros atraviesa todos los estratos sociales y se manifiesta de manera variada en cada cultura. Así mismo, afecta a ambos géneros, pues en las clases de educación física se evidenciaba que en determinadas ocasiones se reducía a un modelo centrado en prácticas o perfiles motrices que se enfocaban, por ejemplo, en la fuerza y no en otras actividades que también permitieran desarrollar y potencializar su desarrollo humano. Lo que perpetúa estas pautas de comportamientos se debe a prejuicios en los que por ejemplo “los niños son más fuertes, las niñas no quieren participar y se aíslan, los juegos que a las niñas les gusta a los niños no y viceversa”, y estos prejuicios mayormente están generados por la manera en que se abordan metodológicamente las diferencias fisiológicas como la fuerza impidiendo así la plena participación de ambos géneros.
Las barreras y desafíos que han enfrentado mujeres y hombres desde tiempos remotos, y debido a la división del trabajo, representan roles significativos en la historia. Reconocer y abordar esta desigualdad es esencial para construir una sociedad más justa e inclusiva, pues estas barreras afectan la confianza y autoestima de los educandos de participar eficazmente en actividades.
Perspectiva educativa
Desde lo humanístico, este proyecto abogó por inmiscuir a Lagarde (2004), con su enfoque sobre el empoderamiento, el cual se refiere al proceso mediante el que las personas adquieren poder, autonomía y capacidad de decisión sobre sus vidas, especialmente aquellas que han sido históricamente marginadas. Esta autora destaca que el empoderamiento personal implica la transformación en un ser único e independiente, con capacidad de decidir y actuar por cuenta propia. El empoderamiento, en este sentido, implica fortalecer las habilidades personales y sociales para asumir el control de la vida y contribuir a un ambiente de colaboración y crecimiento mutuo.
Por otro lado, se tuvo en cuenta la teoría de las capacidades. Urquijo (2014) señala que la teoría de las capacidades de Sen sostiene que el desarrollo humano no debe medirse solo en el crecimiento económico, sino en la capacidad que tiene cada sujeto para ejercer las capacidades que le permitan tener una vida digna, desarraigándose de la desigualdad de oportunidades y promoviendo la justicia social. De esta manera, todas las personas deben disponer y gozar de recursos a fin de potenciar capacidades como la salud, el acceso a los recursos y la participación. Esta teoría fue una propuesta valiosa para promover un ambiente inclusivo y equitativo, y respaldó el plan de trabajo por su modo de reconocer la necesidad de otorgar oportunidades con el propósito de que cada persona pueda desarrollarse plenamente sin importar su género.
En lo pedagógico, fue necesario evocar al educador pedagogo Paulo Freire (2002), el cual brindó unas propuestas en el campo de la educación que ayudaron a tener un acercamiento directo con esos procesos transformativos dentro de la participación de los educandos para fomentar una conciencia crítica que cuestionara y superara las barreras que los limitaba. Esta educación problematizadora permitió cuestionar la realidad y analizar críticamente las estructuras sociales para resolver la problemática de este proyecto.
Desde lo disciplinar, el discurso de Gallo (2012) sobre la Educación Corporal fue oportuno, ya que esta autora aborda la motricidad como esas experiencias que los seres humanos hacen del cuerpo para establecer una relación con la educación por medio de las prácticas corporales. La educación corporal en esos modos de ser y comunicar permitió transformar y cuestionar el espacio educativo, influyendo en el cambio de comportamientos preconcebidos que tenían los estudiantes, a través de la narrativa corporal y la historicidad. En consecuencia, la narrativa corporal desde un punto fenomenológico se refiere a la compresión y expresión de experiencias corporales a través de la narración, pues el cuerpo no solo es un objeto físico, también es un medio a través del cual experimentamos y comprendemos el mundo.
La narrativa se convirtió en una herramienta para dar voz a estas experiencias, permitió explorar y compartir la riqueza de la vida corporal de manera significativa. Por otro lado, Rivera (1927), señala que la historicidad desde Heidegger explora cómo esta influye en la forma en que los seres humanos se relacionan con el mundo y comprenden su propia existencia. La historicidad no se limita simplemente al estudio de eventos pasados, sino que abarca la forma en que el pasado influye en el presente y en cómo este presente se proyecta hacia el futuro.
La integración de la teoría de las capacidades se destacó como una propuesta valiosa que no solo fomentó la inclusión y la equidad, sino que también respaldó activamente un enfoque más igualitario en el plan de trabajo involucrando a los estudiantes en un proceso activo de concienciación crítica lo cual permitió que estos mismos cuestionaran y superaran las barreras que podrían estar limitando su participación y desarrollo. Este proyecto desde lo humanístico alentó a la reflexión y el análisis crítico de las estructuras sociales existentes; así mismo, desde lo pedagógico fue clave implementar el modelo del aprendizaje cooperativo por sus matices de colaboración entre los estudiantes independientemente de su género, habilidad y antecedentes culturales, lo cual favoreció a contrarrestar los estereotipos dentro de la clase de educación física.
En el ámbito disciplinar, desde la educación corporal, se reconoció que la motricidad no se limita a la actividad física, sino que abarca una amplia gama de experiencias corporales que influyen en la educación y el desarrollo personal. De esta manera, la narrativa corporal, vista desde una perspectiva fenomenológica, no solo trató sobre entender estas experiencias corporales, sino que también de expresarlas a través de la narración lo cual implicó reconocer la complejidad del cuerpo humano y su papel en la construcción de identidades.
Macro diseño
Este proyecto implementó dos unidades denominadas: Narrativas históricas y memoria colectiva. Se trabajaron la comunicación y la conciencia histórica como temas centrales a favor del pensamiento crítico por la necesidad de la capacidad de ser conscientes de nuestras propias creencias, prejuicios, suposiciones y sesgos, así como de comprender cómo estos afectan nuestra percepción y análisis de la información, fortaleciendo la unión entre pares: se abogó por la autonomía, la autoestima y la otredad como temas centrales a favor de la toma de decisiones la cual es crucial en esos procesos de empoderamiento, puesto que permite a las personas tomar decisiones por sí mismas y tener control sobre sus propias vidas.
En este diseño metodológico se usó el modelo didáctico del aprendizaje cooperativo propuesto por Johnson, Johnson y Holubec (1999), quienes afirmaron que el trabajo en equipo y la interacción social pueden promover un aprendizaje más profundo y significativo que el aprendizaje individual, haciendo énfasis en la interdependencia positiva en donde los estudiantes son mutuamente responsables de su propio aprendizaje y del aprendizaje de sus compañeros de equipo. Así, se abogó por utilizar estrategias como el aprendizaje entre pares y los grupos reducidos por medio de los juegos cooperativos en donde todos los jugadores participan, nadie sobra. Nunca hay eliminados ni nadie pierde, participan por el placer de jugar, cooperan para conseguir una finalidad común, combinando sus diferentes habilidades y uniendo sus esfuerzos.
En última instancia, se utilizó la evaluación formativa, por la cual es un enfoque continuo y sistemático que se utiliza para monitorear y mejorar el proceso de aprendizaje durante el curso. La evaluación formativa se centra en proporcionar retroalimentación oportuna y específica a los estudiantes durante el proceso de aprendizaje; su propósito principal es identificar las fortalezas y debilidades de los estudiantes, así como proporcionarles orientación para mejorar su desempeño, por lo que se empleó la heteroevaluación, en tanto esta permite identificar no solo las habilidades físicas de los estudiantes, sino también su capacidad para trabajar en equipo y resolver conflictos; también se hizo uso de la autoevaluación, ya que permite a los estudiantes reflexionar sobre su propio desempeño y progreso para volverse más conscientes de su papel en el proceso educativo.
De acuerdo con lo anterior, se llevaron a cabo un total de nueve sesiones, de las cuales cinco correspondieron a la Unidad 1 y las cuatro restantes a la Unidad 2. Estas sesiones se realizaron semanalmente, con una duración de dos horas cada una, en el espacio designado para la clase de educación física. Las unidades se vincularon estrechamente con las sesiones de clase al proporcionar un marco conceptual y práctico para el desarrollo de las actividades. En la Unidad 1, “Pensando Históricamente”, se aborda la reflexión crítica sobre las estructuras de poder y las creencias personales, especialmente en relación con las normas de género. Esto se reflejó en las sesiones a través de actividades como el círculo de confianza y los grupos focales que invitaron a cuestionar y desafiar los estereotipos de género, fomentando así una visión más inclusiva y respetuosa de la diversidad de identidades.
Por otro lado, la Unidad 2, “Narrando Decisiones”, se centra en la autonomía subjetiva y la aceptación personal. En las sesiones correspondientes, se promueve la toma de decisiones informadas y conscientes, así como el desarrollo de la autoconfianza y la capacidad de establecer límites saludables. Estos temas se exploraron a través de actividades como las cartografías corporales y las danzas folclóricas/urbanas, las cuales fomentan la reflexión personal y el fortalecimiento de la confianza en sí mismo, preparando a los estudiantes para enfrentar los desafíos con determinación y seguridad.
Conclusiones y análisis de la experiencia
La labor docente es como sembrar semillas en el jardín del conocimiento, donde se cultivan mentes jóvenes con amor y dedicación. Los maestros, antiguos, actuales y venideros construyen el futuro al edificar las bases de la sociedad. No solo transmiten información, sino que también son mentores, amigos y modelos a seguir, inculcando valores y nutriendo el espíritu de sus alumnos. Son faros de luz en tiempos oscuros, inspirando a alcanzar sueños más allá de lo imaginable. Ser docente va más allá de impartir clases; es un trabajo que se lleva en el corazón, siendo pilares de estabilidad y esperanza en un mundo en constante cambio. Aunque no es fácil, impulsan el progreso y desarrollo de las generaciones venideras. El proyecto desarrollado con estudiantes de octavo-noveno fue enriquecedor, permitiendo comprender que la educación es un proceso de enseñanza y aprendizaje mutuo. Abordar los estereotipos de género implicó desafiar prejuicios para promover el empoderamiento de todos los individuos, fomentando la confianza, la aceptación personal y el pensamiento crítico para alcanzar el máximo potencial en todas las áreas de la vida.
Incidencia del diseño
El proyecto fue diseñado con una variedad de actividades para alcanzar objetivos educativos y abordar desafíos. Cada intervención planificada en las sesiones fue meticulosamente elaborada para enriquecer nuestra experiencia y desarrollo profesional como futuros docentes. Las actividades nos motivaron a reflexionar profundamente a partir de nuestras interacciones con cada estudiante, observando cómo, a través de las danzas folclóricas, aspectos como la postura, la expresión corporal y las gesticulaciones se convirtieron en indicadores de identidad única. Desde cada actividad, fue crucial dar a conocer el significado de los conceptos de género y cómo se reflejan en la forma única de interactuar con el cuerpo. Observamos cómo algunas mujeres optaban por no participar en ciertas actividades, pero sus compañeros intervinieron, apoyándolas y motivándolas para garantizar su participación plena. Abordar aspectos como la autonomía y la comunicación en relación con las estructuras de género permitió comprender cómo interactúan los estudiantes en la clase de educación física. Al participar activamente, los estudiantes fortalecieron su comprensión y desarrollaron habilidades de manera profunda y significativa, contribuyendo con sus propias ideas, perspectivas y experiencias únicas.
Incidencia en el contexto y logros
El proyecto abordó la problemática de los estereotipos de género en estudiantes de grados octavo y noveno del Colegio Carlos Arturo Torres, reconociendo que estos estereotipos están arraigados en nuestra sociedad desde una edad temprana, moldeando percepciones y expectativas sobre cómo comportarnos, pensar y sentir en función de nuestro género. Se trabajó para promover la equidad e igualdad de género, prevenir la discriminación y promover la participación de los educandos en su aprendizaje. Durante las sesiones, se observó cómo tanto hombres como mujeres se involucraron en desafiar estos estereotipos, creando un ambiente de confianza y respeto donde cada individuo se sintió valorado y apoyado. A través de la generación de conciencia sobre esta problemática, se sembró la semilla del cambio y la transformación en las mentes y corazones de los estudiantes, empoderándolos para cuestionar normas establecidas y abogar por una sociedad más inclusiva y equitativa.
Aunque el camino para eliminar los estereotipos de género es largo, cada paso nos acerca más a ese objetivo. Nos enorgullece haber contribuido a construir un mundo donde el género no sea una barrera para el desarrollo pleno de cada individuo. El impacto de generar conciencia en los estudiantes trasciende las aulas, llegando a sus familias, amigos y comunidades. Al convertirse en defensores de la igualdad, inspiran a otros y crean un efecto multiplicador que contribuye al cambio social. Este proyecto representa solo un pequeño abordaje hacia la comprensión de los estereotipos de género, pero cada pequeño paso cuenta. Nos comprometemos a seguir desafiando lo establecido y trabajando juntos hacia un futuro de igualdad de género.
Referencias
Gallo, L. (2012). Las practicas corporales en la educación corporal. Revista Brasileira de Ciências do Esporte, 34(4), 825-843. https://www.redalyc.org/pdf/4013/401338573003.pdf
Johnson, D., Johnson, R. y Holubec, E. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula. ascd. https://acortar.link/qaded
Legarde, M. (2004). Vías para el empoderamiento de las mujeres. Proyecto equal i.o. metal. https://www.diariofemenino.com.ar/documentos/empoderamiento.pdf
Lamas, M. (1996). La perspectiva de género. conapo y mexfam. https://www.ses.unam.mx/curso2007/pdf/genero_perspectiva.pdf
Rivera, J. (1927). Martin Heidegger. Ser y tiempo. Editorial Max Niemeyer Verlag. https://acortar.link/8nhQ41
Urquijo, M. (2014). La teoría de las capacidades en Amartya Sen. Edetania: estudios y propuestas socioeducativas. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5010857


