Innovación - Número 1

El Tai Chi Chuan y la educación física para la configuración de un autoconcepto no académico positivo y congruente

Jaramillo Pallares Sebastián Fabián1

Ortega Espinosa Brayan Sebastián2

Resumen

Este trabajo surge en el marco del semillero de investigación interdisciplinar e interinstitucional Tai Chi y Calidad de Vida,3 enfocado en dar a conocer la práctica y beneficios del Tai Chi. Desde la educación física se propone la configuración del autoconcepto de un grupo de personas mayores del barrio La Española de Bogotá, por medio de esta práctica tradicional china, porque el autoconcepto de las personas mayores se ve afectado desde lo físico por una percepción disminuida de sus habilidades físicas y, desde lo social, por una pérdida de roles al interior de sus redes sociales, aspectos que inciden en su autorrealización. De allí la necesidad de emplear la propuesta integradora de la psicomotricidad para facilitar la organización de la práctica del Tai Chi en pro del autoconcepto no académico positivo y congruente. 

Introducción

Este proyecto se desarrolla en el marco de una propuesta dirigida al abordaje de los aspectos más importantes en la vida de las personas mayores con el propósito de aportar a la formación de un ser humano con un autoconcepto no académico positivo y congruente. Esta intención surge de la tendencia que existe en las personas mayores de configurar un autoconcepto negativo (Navarro, 2009; García et al., 2012; Ortiz y Castro, 2009). Esta tendencia se fundamenta en los discursos occidentales que resaltan lo nuevo y lo innovador y descartan lo antiguo o tradicional que, trasladándose a lo social, significa valorar más a la juventud y menospreciar la vejez, generando una imagen social negativa sobre el proceso de envejecimiento. 

Hay que tener en cuenta que desde los aspectos físicos se ha demostrado que las personas mayores tienden a presentar una autopercepción disminuida de sus habilidades físicas, especialmente con la capacidad de resistencia (Amesberger et al., 2019), lo que les hace sentir poco competentes y les genera desconfianza el tener que moverse debido a una percepción de falta de destreza motriz (Aranco et al., 2022), siendo las caídas según la oms (2021) la principal causa de muerte en esta población. 

Además de ello, también se genera la percepción de una pérdida de su valor social por la disminución de su participación en gran parte de actividades sociales debido al imaginario de la vejez como algo negativo, que generalmente se ve acompañado con una pérdida de roles (de padre/madre, de trabajador(a), protector(a), amigo(a), etc.), por el cambio generacional y de la perdida de seres queridos, provocando percepciones de inutilidad (Crocker y Park, 2004; Sowisloy y Orth, 2013; Orth et al., 2014). Contribuyendo a desarrollar una autoimagen negativa en las personas mayores y, en consecuencia, una baja autoestima, ya que esta “se caracteriza, más que por la presencia de una firme visión negativa de sí mismos, por la ausencia de una visión positiva” (Moreno et al., 2011, p. 560). 

Por lo anterior, se propone el trabajo del autoconcepto para el abordar estas situaciones. El autoconcepto es una estructura cognitiva jerárquica y multidimensional definida como “la idea o imagen que el sujeto tiene de sí mismo” (Guirado et al., 2009, p. 428). Según Shavelson et al. (1976), el autoconcepto se encuentra divido en dos dimensiones principales: el autoconcepto académico y el no académico. El abordaje propuesto se realiza desde su dimensión no académica, dado que es desde aquí que es posible realizar un aporte a la población a partir del trabajo sobre sus tres subdimensiones: física, social y personal (Figura 1).  

Cada subdimensión a su vez está comprendida por varios compartimentos, que son el eslabón más bajo en la estructura jerárquica del autoconcepto. Para su intervención se establece que las subdimensiones física y social están subordinadas a la personal, ya que en esta última se encuentra el compartimento de la autorrealización, entendida como la necesidad de la persona de encontrarse a sí misma (Rogers, 2000); lo que implica el deshacerse de los roles, máscaras o fachadas que les han sido impuestos en su proceso de integración en la sociedad. Así cuando estas envejecen y desaparecen las obligaciones que los ataban a tales roles de manera involuntaria (por encontrarse pensionados y/o el crecimiento e independencia de sus hijos) pueden encontrarse desorientadas y con dificultad para volver a hallar un sentido a sus acciones. 

figura 1. Estructura del Autoconcepto no Académico 

Fuente: adaptado de los postulados de Shavelson et al., (1976), Esnaola (2012) y Fox y Corbin (1989). 

Para iniciar el proceso de convertirse en sí mismos hay que entender qué hay detrás de las máscaras, y esto se logra atendiendo los aspectos más importantes para las personas mayores, los cuales determinarán cómo deberán ser abordadas las otras dos dimensiones. Estar atentos a todas las sensaciones del cuerpo siendo tan minucioso en cada aspecto de sus movimientos y de las situaciones que le suceden es la forma en que se entiende es posible encontrarse a sí mismo, y por ello es por lo que el Tai Chi es tan relevante para tal propósito, ya que este propone una forma consciente, calmada y natural de moverse y vivir. 

Siendo así, desde la dimensión física se trabaja el compartimento de la habilidad física desde el desarrollo del equilibrio ya que este disminuye los riesgos de sufrir caídas relacionadas con la pérdida funcional del músculo y ayuda a mejorar la autoeficacia del movimiento de las personas mayores (López y Arango, 2015). Y desde la dimensión social el compartimento de la aceptación social, desde la práctica de la receptividad, busca el aumento de una sensibilidad que posibilite la compresión de las intenciones, sensaciones y sentimientos de sus compañeros.

Perspectiva educativa

Al ser el autoconcepto una estructura de carácter cognitivo no es el desarrollo total de las dimensiones física, social y personal el objetivo de este proyecto, sino la mejora de la percepción en ellas para aportar en la formación de un ser humano con un autoconcepto positivo y congruente. Así, el carácter positivo del autoconcepto implica una mejor percepción de la habilidad física y la aceptación social de las personas mayores sobre sí mismas y la congruencia proviene de lograr esa mejora a partir del abordaje de los aspectos importantes para ellos. 

El ser humano propuesto encuentra fundamento desde la línea de la psicología humanista a partir de los postulados de Rogers (2000), quien también plantea un enfoque orientado a los procesos de autorrealización a través del autoconocimiento, razón por la cual es prudente la elección de la práctica del Tai Chi en la configuración del autoconcepto, dado que está enfocada en la atención plena a lo que se hace y se siente teniendo un gran potencial para el autoconocimiento. A partir de lo cual se identifican los aspectos más importantes para las personas mayores como punto de partida y reconocen aquellos que emergen durante el proceso. 

Lo anterior va en concordancia con una concepción interpretativo-cultural de la perspectiva práctica del currículo, que desde su corriente reconceptualista postula una visión basada en la psicología humanista de Rogers, quien denuncia el olvido de la dimensión personal y experiencial del ser humano (Castro et al., 2004). Por ello, esta corriente permite, en primer lugar, fundamentar un diseño curricular que se interesa por los aspectos más importantes de las personas mayores de La Española teniendo como eje principal la dimensión personal del autoconcepto. 

Y, en segundo lugar, al resaltarse lo experiencial se sustenta la importancia de la educación física en su configuración, así el movimiento orientado al desarrollo humano desde principios pedagógicos claros, enfocados a las percepciones de tales experiencias, es el medio utilizado para la configuración positiva del autoconcepto. En este sentido, se ha escogido la propuesta integradora de la psicomotricidad, ya que esta es una línea que vincula su corriente dirigida y vivencial (De Quirós, 2012, p. 28). Es así como se integra un trabajo dirigido de la habilidad física a través del equilibrio con el fin de reducir las sensaciones de miedo, ansiedad e inestabilidad de las personas mayores, con un momento para vivenciar la receptividad en relación con los otros en procura de mejorar la percepción de aceptación social a partir de la escucha, la atención, la apertura a nuevas experiencias. 

Defontaine (1981), Masson (1987) y Pont (1993) (parafraseados en De Quirós, 2012) proponen practicar Tai Chi con personas mayores ya que este es un arte marcial interno chino que se caracteriza por realizar movimientos lentos y controlados con gran concentración, que además es considerado terapéutico porque se enfoca en la armonía intra e interpersonal, lo que permite abordar la parte motora y cognitiva desde lo dirigido, y la socioafectiva desde lo vivencial en coherencia con la perspectiva integrada de la psicomotricidad. 

En el Tai Chi se pueden trabajar las posturas a tres alturas: alta, media y baja, adaptables a las necesidades de edad y condición de cada persona (Qi-Ke Bao, 1991), por lo que no hay impedimentos para su práctica, y, siendo sus movimientos de bajo impacto, garantiza la seguridad de quien lo realiza. En la presente propuesta, también se ponen en escena elementos como la comunicación, la expresión y la comprensión tanto con sus compañeros como con los docentes, empleando juegos de interacción y percepción inspirados en el Tui Shou del Tai Chi, lo que favorece la percepción del movimiento del otro mejorando la habilidad de la receptividad.

Organización e implementación del diseño curricular

El diseño curricular se organiza en tres ejes, los cuales abordan las necesidades de la población por medio de los aspectos que le son importantes, cada uno organizado primero a partir de los contenidos específicos de la psicomotricidad que favorecen el trabajo del equilibrio y responden al desarrollo de las características del ser humano planteadas desde la dimensión física del autoconcepto; y luego, desde una habilidad social pertinente en la práctica de la receptividad para el desarrollo de las características del ser humano planteadas desde la dimensión social del autoconcepto, aumentando cada uno su complejidad con cada eje. 

En el primer eje se plantea que los miembros del salón comunal puedan generar un grado de sensibilidad suficiente como para poder entender que les sucede cuando están realizando la práctica del Tai Chi, dado que, durante ella, sea en el momento dirigido o vivencial, pueden surgir sensaciones de dolor, miedo, desequilibrio, ansiedad, frustración, etc. Por ello es necesario que puedan identificar esas sensaciones, saber qué las provoca, y tomar acciones que le permitan afrontarlas y/o disminuirlas. Esto es la base para desarrollar un autoconocimiento desde su dimensión física que le permita ajustar y corregir movimientos valorando así su propia habilidad física y luego la de sus compañeros. 

En el segundo eje, lo que se desea conseguir es que los miembros del salón comunal puedan, desde el control de sus movimientos, el manejo voluntario de las tensiones y manteniendo una actitud tranquila durante la práctica hacer frente a situaciones que puedan generar estrés, frustración, o disgusto de tal forma que no desistan ante ellas y lo sigan intentando las veces que sea necesario. Por último, el tercer eje busca una integrar todas las características anteriores en situaciones con un nivel de complejidad más elevado, por lo que el éxito en su aplicación implica haber desarrollado la capacidad de coordinar tanto las habilidades físicas como las sociales de tal manera que sea posible percibir una sensación de autorrealización al participar y relacionarse con sus compañeros durante la práctica del Tai Chi.

figura 2. Fundamentación del diseño curricular.

Análisis del proceso de evaluación

Se realizaron diferentes evaluaciones con la intención de abordar la dimensión física, social y personal del autoconcepto no académico. Desde la dimensión física, se realizó un Test de Balance Unipodal al inicio y al final del proyecto con el fin de tener datos objetivos de los cambios en el equilibrio de las personas, siendo que entre julio de 2023 y abril de 2024 hubo una mejora general del grupo en los resultados del Test. Esta información es útil para confirmar que existe tanto un aumento de la percepción del equilibrio como una mejora real. Desde la dimensión personal, se realizaron varias entrevistas con la intención de conocer las percepciones sobre el proceso realizado, identificando que los elementos abordados en cada dimensión eran relevantes para la configuración de su autoconcepto. 

Para la evaluación especifica de la percepción de la dimensión física y social del autoconcepto no académico se elaboró el cuestionario canapm.4 Este instrumento fue realizado a partir de la revisión teórica e integración con las personas participantes, y validado para su aplicación por una Magister en neuropsicología y un psicólogo de la Universidad Nacional de Colombia. Aplicado a un total de 20 personas, de las cuales 3 presentaron una configuración estable y 17 una tendencia hacia una configuración positiva de su autoconcepto no académico. 

Esto se concreta a partir de la manifestación verbal de las personas del grupo sobre cómo pueden realizar otro tipo de actividades que antes se les dificultaban: “he notado que en mi casa ya puedo agacharme mejor. Me puedo levantar mejor, puedo acostarme mejor y hacer mis oficios más relajada” (Persona 1, 2024, fragmento de entrevista para la evaluación del proceso). También, mejorar en áreas donde presentaban dificultades y que no estaban consideradas en el marco del proyecto: “Yo fui diagnosticada, cuando era estudiante, como con atención dispersa ahora, pues tengo la atención mucho más puesta en lo que estoy haciendo consciente y presente” (Persona 5, 2024, fragmento de entrevista para la evaluación del proceso).  

Estas situaciones emergieron gracias a la presencia de un clima educativo favorable que permitió la expresión de lo subjetivo y un respeto genuino por la dignidad de los alumnos como personas (Castro et al., 2004), facilitando las relaciones interpersonales y creando verdaderos espacios seguros en donde la población pudiera deshacerse de sus máscaras y mostrarse tal cual cómo es (Rogers, 2000), destacando así la relevancia del rol del docente y del apoyo que representa para las personas aportando al proceso de autorrealización de la población.

Referencias

Amesberger, G., Finkenzeller, T., Müller, E. y Würth, S. (2019). Aging‐related changes in the relationship between the physical self‐concept and the physical fitness in elderly individuals. Scandinavian Journal of Medicine y Science in Sports, 29(S1), 26-34. https://doi.org/10.1111/sms.13377 

Aranco, N., Ibarrarán, P. y Stampini, M. (2022). Prevalencia de la dependencia funcional entre las personas mayores en 26 países de América Latina y el Caribe. División de Protección Social y Salud. Banco Interamericano de Desarrollo. https://publications.iadb.org/publications/spanish/viewer/Prevalencia-de-la-dependencia-funcional-entre-las-personas-mayores-en-26-paises-de-America-Latina-y-el-Caribe.pdf 

Crocker, J. y Park, L. E. (2004). The costly pursuit of self-esteem. Psychological bulletin, 130(3), 392-414. https://doi.org/10.1037/0033-2909.130.3.392  

Castro, F., Correa, M. y Lira, H. (2004). Curricular y evaluación. Facultad de Educación y Humanidades, Departamento de Ciencias de la Educación. Universidad de Bío-Bío. 

García, A., Marín, M. y Bohórquez, M. (2012). Autoestima como variable psicosocial predictora de la actividad física en personas mayores. Revista de Psicología del Deporte, 21(1), 195-200. https://www.redalyc.org/pdf/2351/235124455026.pdf  

De Quirós, M. (2012). Psicomotricidad guía de intervención y evaluación. Pirámide. 

Esnaola, I. et al. (2008). El Autoconcepto: Perspectivas De Investigación. http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=17513105 

Fox, K. y Corbin, C. (1989). The Physical Self-Perception Profile: Devlopment and Preliminary Validation. https://www.researchgate.net/publication/232504556 

Guirado, M. I. C., Gaviria, E., Stewart, E. G. y Sáez, M. L. (2009). Introducción a la psicología social. uned. 

Moreno, J., Pérez, A., Ruiz, J., Sanjuán, P. y Rueda, B. (2011). Psicología de la personalidad. uned. 

Navarro, M. (2009). Autoconocimiento y Autoestima. Federación de Enseñanza de Andalucía. https://www.feandalucia.ccoo.es/docu/p5sd6409.pdf  

oms (2021). Caídas. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/falls.  

Orth, U., Robins, R. W., Widaman, K. F. y Conger, R. D. (2014). Is low self-esteem a risk factor for depression? Findings from a longitudinal study of Mexican-origin youth. Developmental psychology, 50(2), 622-633. https://doi.org/10.1037/a0033817 

Ortiz, J. y Castro, M. (2009). Bienestar psicológico de los adultos mayores, su relación con la autoestima y la autoeficacia. Ciencia y enfermería, 15(1), 25-31. 

Rogers, C. (2000). El proceso de convertirse en persona. Paidós. 

Shavelson, R. J., Hubner, J. J., y Stanton, G. C. (1976). Self-Concept: Validation of Construct Interpretations. ResearchGate; sage Publications. https://www.researchgate.net/publication/269462101_Self-Concept_Validation_of_Construct_Interpretations 

Sowislo, J. F. y Orth, U. (2013). Does low self-esteem predict depression and anxiety? A meta-analysis of longitudinal studies. Psychological bulletin, 139(1), 213-240. https://doi.org/10.1037/a0028931  

Qi-Ke Bao. (1991). Una breve introducción al estilo Yang de Taijiquan, mi sabiduría del Taijiquan, Notas sin publicar.

  1. Estudiante de décimo semestre, licenciatura en Educación Física, integrante del semillero interinstitucional Tai Chi y calidad de vida. Correo: sfjaramillop@upn.edu.co ↩︎
  2. Estudiante de décimo semestre, licenciatura en Educación Física, integrante del semillero interinstitucional Tai Chi y calidad de vida. Correo: bortegae@upn.edu.co ↩︎
  3. Conformado por la Universidad Pedagógica Nacional, la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca y la Asociación Atlética Chin Woo Andes Colombia. ↩︎
  4. El Cuestionario de Autoconcepto no Académico para Personas Mayores evalúa con una escala tipo Likert 18 ítems con las características del ser humano a formar desde las dimensiones física y social del autoconcepto no académico. ↩︎