Camilo Alejandro Báez Aponte1 I Aquí estoy, mientras observo la gente pasar. Me miran y observan lo que llevo puesto, se interesan por ello y quieren tenerlo. Obtenerlo. Ya son varios días aquí encerrado y estoy agotado; les grito, los miro fijamente, les hago muecas, les muestro la lengua, le pego a mi jaula para asustarlos. No pasa nada. Aquí estoy y no me prestan atención. Me asfixia su indiferencia y su crueldad masacra mis entrañas. Soy yo, soy cuerpo, estoy vivo, me muevo, respiro, pienso, siento, me agoto, me enojo, estoy al borde de la frustración, no puedo más. …
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Me encuentro1 Camilo Alejandro Báez Aponte2 Mientras el bus avanza por la carretera, la contaminación se disuelve, se fragmenta, se evapora. El aire recorre limpio y libre las montañas verdes que avizoran días de esperanza natural. El ruido diablesco y tortuoso de la ciudad se queda atrás y poco a poco la fauna y la flora toman el lugar que aún no se les arrebató. Somos afortunados. Unos privilegiados. Las comodidades de la rutina, que aburren, nos atan y amarran con la determinación de no dejar vivir con franca serenidad. Nos cuesta desprender el metal plástico, pegachento y sudoroso en…